He acabado la portada de mi cuaderno de viaje, ahora solo me queda ir reflejando cada día alguna imagen de los lugares por lo que paso, alguna anécdota, algún descubrimiento.
viernes, 30 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
El Lugar de La Comodidad
Al dirigirme al oeste y después de caminar un buen trecho, encontré un cruce de caminos y cogí el camino que lleva un poco más al suroeste, hacia el Lugar de La Comodidad, dejando el Lugar del Sonido para otra etapa del viaje. Llegamos por la noche. A Lucero le notaba cansado, mientras Loba caminaba a mi lado atenta a cualquier pequeño sonido. Vimos la luz a lo lejos y descubrimos la casita en medio del bosque. No había nadie, pero la puerta estaba abierta y el fuego encendido. Había heno para Lucero y pude calentar mis reservas de puré de calabaza que compartí con Loba. Tomé un libro de un estante y empecé a leer, pero pronto nos quedamos dormidos entre los murmullos del bosque y el olor a tierra húmeda que nos llegaba de afuera.
A la mañana siguiente descubrí que en el piso de arriba había una mullida alfombra circular, tejida como un mandala. Abrí la ventana y me senté en el centro, mientras el sol entraba despacito hasta llenar la habitación. Realmente era el Lugar de la Comodidad y decidí quedarme allí un poco más de tiempo.
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