La puerta no tenía verja ni candado, ni siquiera un guardián fiero a la entrada, pero al llegar una fuerza magnética impedía cruzarla llevando trastos inútiles. Permanecí mucho tiempo ante esa puerta: "tenía que haber alguna forma de poder llevar conmigo lo que no quería soltar", pensaba yo. Pero no la había. No vi ni una sola persona que pudiera cruzarla con algo escondido en su mochila. Todo lo que sobraba debía quedarse fuera y todo lo que se llevaba debía estar a la vista. Esa era una de las cualidades que hacía de aquel Espacio algo tan especial.
viernes, 23 de enero de 2015
sábado, 17 de enero de 2015
jueves, 8 de enero de 2015
LAS TEJEDORAS
Me encuentro sus obras por las mañanas y siempre me paro a mirarlas. Las hay de todo tipo, desde la más sencilla a la más compleja obra de ingeniería, pero siempre fabricando a partir de su propio hilo. Me imagino las Arañas Ancianas, experimentadas y sabias que crean verdaderas obras de arte, y las más jóvenes, con tejidos más básicos, pero probando cada día a añadir un trozo nuevo de tejido que les permita ampliar el espacio de su recorrido.
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