Cuando viajo, suelo llevar en mi estuche -entre otros materiales- un compás, porque siempre hay un momento en el que siento la necesidad de dibujar un mandala. Pero, claro, ese compás no me sirve para trazar un círculo en el suelo, por eso me hice este rudimentario compás. Rudimentario, pero muy práctico. Con este compás, en cualquier lugar,puedo trazar un círculo y meterme dentro. Es mi manera de sentirme "en casa" y mirar el mundo desde ahí.
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