Caminando hacia el Norte me hablaron de una ciudad escondida en el fondo de una montaña: la ciudad de Pe-Ga-Colay.
Está dentro de la montaña, repartida en incontables galerías. Sus habitantes viven en pequeños grupos pegados entre sí por una especie de colas que les obliga a moverse siempre juntos y cuando se encuentran dos o tres grupos lo tienen difícil para comunicar: hablan todos a la vez y no saben muy bien quien dijo qué. Ni siquiera en un solo grupo lo tienen fácil para comunicarse entre ellos, porque no se pueden separar, y giran y giran enredados mientras parlotean todos a la vez...
Solo unos pocos días al año el sol entra por una de las bocas de la
montaña e ilumina parcialmente algunas zonas de la ciudad...entonces,
quienes están cerca, bailan y bailan consiguiendo separarse: son "los
bailongos". Algunos de ellos aprovechan la ocasión para buscar los
caminos de las galerías, hacia la superficie de la montaña...y ya nunca
más vuelven a la ciudad de Pe-Ga-Colay.
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