jueves, 24 de enero de 2013

EL LABERINTO

Una vez en el Laberinto, lo más complejo es aprender a caminar viendo lo que contiene cada paso, porque no hay otra forma de que pueda recorrerlo si quiero llegar al centro. Cada vez que doy un paso del que no me entero, mi pie se queda pegado al suelo y no puedo moverlo, entonces tengo que pararme y pensar, y el mejor momento es cuando una chispa se enciende en mi mente, entonces puedo levantar el pie y seguir caminando.

El centro del Laberinto es una zona alargada y bastante estrecha. Hay un banco con un pequeño seto circular en el medio. Es ahí donde encuentro mi talismán.

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